La pasión de un recolector de basura…
Una lección y 8 recomendaciones tras el juicio y el desdén colectivo hacia su oficio.
Miami.- Cada día él se levantaba pensando en las montañas de basura que tenía que hurgar para hallar tesoros de aluminio, cartón o plástico con el potencial valor comercial para ser vendidos en la planta de procesamiento de desechos.
Este alquimista de la calle transformaría los desechos de otros en un alimento para él y su familia. Y ahí radicaba su pasión porque entendía que, tras el juicio y el desdén colectivo hacia su oficio, había una lección: que reciclar es aceptar, validar y transformar en luz desde las sombras.
Esa conexión entre reciclaje y la vida es casi mística. Cuántas veces no damos el valor a las cosas que desechamos y acaban, en otras manos, siendo una bendición.
La vida te pone tesoros escondidos que tenías en tu interior y dependiendo de tu mirada acabarás por descubrirlos. Pero tienes que hurgar en ti.
Muchos no serán nuevos tesoros sino antiguos que no supiste descifrar la primera vez que te topaste con ellos y se te presentan ahora para reciclarlos y transformarlos en virtudes o emociones que impactarán tu vida y la de otros.
Cuando aprendemos sobre el reciclaje de la pasión, procesamos los aparentes desperdicios amontonados de nuestro ser y los ponemos en un ciclo creador de oportunidades para evolucionar.
¿Eliges creer que en esa montaña interior no hay un valor oculto, o eliges crear una persona capaz de aguantar el hedor y apasionadamente edificar una montaña de tesoros?
Mírate en tu espejo interior y verás que lo único que no podrás reciclar es un espejo roto, así que refléjate en estas “leyes” del reciclaje espiritual creadas por Factor Pasión con base en la experiencia propia:
Recicla tus pensamientos tóxicos y crearás ideas a prueba de juicios.
Recicla tus palabras altisonantes y crearás sonrisas de entendimiento.
Recicla tus temores y crearás motivos para honrarlos en las batallas.
Recicla tus traumas y crearás la voluntad para retornar siempre a sus lecciones.
Recicla tus acciones funestas y crearás razones para perdonarte y pedir perdón.
Recicla tus quejas y crearás atajos de luz para los agradecimientos.
Recicla tu ego y crearás un corazón libre de victimismos.
Recicla tu pasado y crearás con tu presente una conexión implacable cuya chispa es el Factor Pasión.
Se les quiere y hasta el próximo post de Factor Pasión, la conexión implacable.
PD 2: En el Instagram de Factor Pasión les dejo la versión de audio de la última parte de este post. Si les gusta, les será grato compartirla con otras apasionadas (os): https://www.instagram.com/factorpasion
Factor Pasión, la conexión implacable. Mi oficina es un puente entre la poesía cuántica y la psicología del corazón. Al borde del abismo…las pasiones lanzan tu ser al límite de su esencia.