Factor Pasión
Factor Pasión
El lago de los deseos
0:00
-3:22

El lago de los deseos

Si ya lo has vivido, entonces sabes de qué hablo. Si no, acompáñame.

Transcripción del audio anterior.

Esa noche tomé la decisión que cambiaría el rumbo de todo. Las noches son, para mí, caudales de sabiduría.

Las ideas convergieron como si mi cerebro fuera un lago entre montañas nevadas.

De pronto, por el deshielo primaveral, toda la nieve de las laderas se tornaba agua fresca que fluyó hasta elevar el nivel de mi conciencia.

Me siento inmensamente lleno. Me lo dice el cerebro pero también el corazón. En tu vida ¿cuándo fue la última vez que ellos estuvieron de acuerdo en algo?

Si ya lo has vivido, entonces sabes de qué hablo. Llegas a un punto en que ya te importa casi nada… aquello que alguna vez masajeó tu ego.

Ni el dinero en la cuenta, ni la casa propia o el auto de lujo en la puerta. Mucho menos la ausencia de likes en tus redes sociales detona ansiedad o apego al desenlace.

Hay otras chispas que encienden tu pasión por la vida. Porque estás lleno, no hay ningún vacío que no llene la gratitud por haber descifrado tu propósito.

Simplemente me lanzo al lago, dejando que el Universo organice todos los detalles, como diría Deepak Chopra en la quinta ley espiritual del éxito, la de la intención y el deseo.

O al menos crees que todo lo que te preocupaba hasta ahora es temporal, que todos tus sentimientos van abordo de un convoy blindado con tu paz interior.

No hay GPS

Esa noche, tras el nutritivo curso de “Escribir para publicar”,  con

, una escritora, tomé todo el aire que pude y me sumergí en ese lago profundo.

Pregúntate ¿cuánto tiempo puedes aguantar la respiración e ir al fondo de lo desconocido? ¿Pero, sientes miedo y te frenas?

Lo cierto es que yo no sabía nadar, pero me sentía flotar entre todas mis ideas cristalinas. Y sin saber las coordenadas, parecía que mi versión de GPS mental no me llevaría demasiado lejos.

Estaba ahí, dejándome llevar como quien flota en el espacio casi sin gravedad. Con mis ideas hice mi propia cápsula, mi burbuja para no tener que volver atrás por más aire.

Y de repente, no supe más de mí. Ya no era el de antes. A veces solo tienes que dejarte fluir, llevar o impulsar por tu intuición.

En mi lago, ya no hay oleaje ni tormenta que perturbe esa conexión con mi propósito… el de escribir y así contarte historias con toda mi pasión.

¿Para qué?  Para también poder llevarte a ese lugar donde puedes flotar, volar y levitar ¿Te atreves a ir conmigo?  ¿Nos ayudamos mutuamente a descubrir lo más profundo de nuestras pasiones? No importa qué contestes…en nuestro lago el mayor regalo es el silencio.

Te regalo esa reflexión y hasta la próxima entrega de Factor Pasión, la conexión implacable.



PD: En mi vida más allá de la metáfora anterior, ya puse la dirección en el GPS del auto porque voy camino a mi primera clase de natación.

¿Que si tengo miedo? Sí, claro, de mi próxima historia en la piscina.  Así que si no puedes con esa incertidumbre esperando leerla, ahógala escribiendo en los comentarios cómo fue tu primera historia con el mar o simplemente con el sumergirte en el agua. Fluye con ella… hay palabras que a veces se llevan de amuleto.

Se les quiere y hasta el próximo episodio de Factor Pasión, la conexión implacable.

Factor Pasión, la conexión implacable. Mi oficina es un puente entre la poesía cuántica y la psicología del corazón. Al borde del abismo…las pasiones lanzan tu ser al límite de su esencia.

Discusión sobre este episodio

Avatar de User